Con la revolución industrial de siglo XlX, el arte sufre una transformación como consecuencia de los diversos avances tecnológicos, científicos e ideológicos que esta nueva sociedad desarrolla. Tras el descubrimiento de la fotografía los artistas tuvieron que transformar el concepto de arte, pasando de la representación mimética a explorar la subjetividad del artista, planteando nuevas representaciones que van más allá de lo real; un claro ejemplo de ello, son las vanguardias artísticas, que exploraban nuevas técnicas y nuevos medios para innovar en la representación o expresión artística, generando una influencia total en la forma de ver la cultura, la política y las distintas esferas de la vida social e individual, dando surgimiento al arte contemporáneo, como respuesta al consumismo y a cualquier tipo de represión que infunden las grandes esferas de poder por intermedio de los medios de difusión. A raíz del desarrollo de las nuevas tecnologías de la mano de la ciencia, la televisión pasó a ser parte fundamental en los hogares, desde los padres hasta el más pequeño de los hijos, podían tener acceso a este medio, los artistas de la época por su parte, buscaban como poder reflejar su perspectiva sobre la realidad, de una forma que sea tan revolucionaria y tan masiva como la televisión o el cine, teniendo como recurso primario la libertad creativa, llegando a la decadente conclusión a mediados de los 60 de que el arte es más mental que manual; olvidado la fuerza que la obra puede tomar si se concentran estos dos factores en una.
Llega el estallido de los 60’s 70’s en el que los artistas no pueden negar la fascinación por las nuevas tecnologías y medios como la fotografía, el performance, el happening que generan diálogos y posibilidades con el público. En 1965 nace una necesidad por conocer este nuevo medio en la que muchos artistas se acercan al trabajo del video aún cuando no existía en donde manipulaban estas tecnologías televisivas para crear obra, fue entonces cuando Nam June Paik sugiere el concepto de video arte, con el que pretendía reflejar desde su subjetividad la realidad que comúnmente trasmitían en los medios masivos de difusión, Paik tuvo la posibilidad de tener acceso a un nuevo recurso, la videograbadora portátil, que le permite hacer video sin los costos del cine o la televisión, haciendo del video, una obra de arte.
El video arte es entonces una técnica que logra integrar diferentes alternativas y aplicaciones artísticas, en los campos plásticos y musicales creando una ambientación que involucre tiempo y espacio, se debe tener en cuenta la intencionalidad artística que el video debe tener ante todo, ya que es lo que permite que nuevas ideas se gesten para luego ser entregadas al público y poder enriquecer la realidad con algo que va más allá de ella creado en plena libertad, no como libertinaje, sino como la capacidad de comprender. En el momento que comprendemos como funciona tal o cual técnica, cuando hayamos explorado sus distintas posibilidades, podremos entonces transformarla de tal manera que ella pueda reflejar nuestra idea y que a su vez esta sea comprendida por el público. Hay que ser cauteloso entonces a la hora de abordar diferentes campos como el dibujo, la pintura, la fotografía, la música, la animación, el performance y demás expresiones artísticas que componen el video arte, teniendo en cuenta que cada una de ellas tiene su ciencia y según su aplicación nos permitirá acercarnos o alejarnos de representar sintéticamente nuestra idea de realidad. La abstracción y la simbología juegan un papel muy importante cuando de sintetizar se trata, ya que por medio de metáforas podemos expresar ideas con símbolos que provengan de la cotidianeidad, generando así una comprensión más amplia por parte del público. Dentro del videoarte existen diversas posibilidades para que nuestra idea tenga la capacidad de transformarse en algo más tangible, desde crear personajes, escenarios con plastilina y cartón, hasta crearlos digitalmente con ayuda de un ordenador; gracias a que el video es una secuencia de imágenes que representan escenas en movimiento, podemos convertir algo que solo existe en nuestra imaginación a algo que puede ser percibido por los sentidos.
Como en toda obra de arte es tan importante la técnica como el concepto y situándonos en la actualidad en la que el arte ha entrado en decadencia gracias a que el libertinaje a “democratizado” el arte con el virus de la mediocridad, que en ultimas en vez de democratizar lo único que hace del arte es un oficio burgués y elitista en el que solo un circulo puede mostrar sus obras y entenderlas, guiadas por modas ya desechadas por otros países, que corrompen y enferman el arte y a su vez la cultura. Debemos democratizar el arte para que sea una expresión subjetiva pero real que no se queda solo en intenciones, que llegue a la materialidad para que no se oculte en un discurso de diez hojas que posiblemente solo lo lean los curadores de algún salón o galería. Que llegue a la sociedad para aportar un granito de arena al enriquecimiento de la cultura; pero cada vez nos esforzamos más por ser anormales cayendo en amarillismo, confusión y oscuridad que solo genera un retroceso en la evolución natural de las cosas.
Pero como veníamos hablando el videoarte es un gran medio para crear obras, ya que gracias a un la internet podemos enviar recibir y reproducir información. Debemos aprovechar estas nuevas herramientas tecnológicas para dar a conocer nuestro trabajo y estar al tanto de lo que otros artistas están haciendo en este campo, teniendo en cuenta que este medio de comunicación es la casa del videoarte por excelencia, pues su carácter masivo permite compartir libremente cualquier documento y aportar ideas que se pueden ir desarrollando con la intervención de otras personas, dejando huella a través del tiempo de lo que fuimos, pensamos y aportamos a ese gran caudal la cultura y el conocimiento. Aprovechar las nuevas tecnologías para divulgar el arte es la mejor
forma de democratizarlo.
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